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Cransac-Les-Thermes se encuentra en un entorno natural, empezando por sus colinas, por las que se extienden las 300 hectáreas del bosque de la Vaysse, el primer bosque de Europa de robinias (pseudoacacias), y continuando por la montaña que arde, símbolo de Cransac, con las fumarolas que se desprenden y que atraen cada año a numerosos agüistas.
Una vez en el centro de la ciudad, nos acogen otros espacios naturales como el parque termal, antiguo yacimiento de la mina, en el que puede admirarse el Monumento-Memoria que rinde homenaje a la historia minera, el lago de Passelaygues en el que se puede pasear e ir de picnic, el parque de la Source Saint Augustin y, por último, los Jardins ouvriers des Clôts.